Llevar un estilo de vida saludable, y predicar con el ejemplo, puede ayudar a los niños a mantener un peso saludable. Septiembre es el Mes Nacional de Concientización sobre la Obesidad Infantil y, con 1 de cada 5 niños y adolescentes afectados por la obesidad, es más importante que nunca brindarles apoyo.
Cuando alguien es obeso, su peso es superior a lo que se considera saludable para su estatura, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC). Los patrones de alimentación, la actividad física, el sueño, la genética y los medicamentos pueden resultar en un aumento de peso. El lugar donde viven sus hijos, van a la escuela o reciben cuidado infantil también puede contribuir al riesgo de obesidad. Si los alimentos nutritivos no son asequibles o cercanos, o si es difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio, puede ser complicado mantener un peso saludable. Aunque la obesidad puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y otros problemas, hay formas de prevenirla. Los siguientes cinco consejos pueden ayudar a los niños a mantenerse saludables, y también son buenos para los adultos.
La comida rápida tiene más calorías, azúcar y sal, lo que puede afectar al peso y la salud de los niños y adultos.
Las frutas y verduras tienen los nutrientes que los niños necesitan para crecer, pero las hortalizas frescas no son la única opción. Las frutas y verduras enlatadas o congeladas, si tienen bajo contenido de sodio y pocos o cero azúcares añadidos, también son excelentes elecciones.
Visite myplate.gov para aprender sobre los cinco grupos de alimentos con sus hijos, involúcrelos durante las comidas y disfruten juntos de divertidos juegos de comida. Si sus comensales son de paladar exigente, pruebe estas actividades rápidas y fáciles.
Aliente al niño a que participe en actividades que aumenten su frecuencia cardíaca y fortalezcan los huesos, como correr, escalar y saltar, durante al menos una hora por día.
Investigaciones revelan que no dormir lo suficiente puede aumentar el riesgo de obesidad y alterar las hormonas en los niños, provocando un aumento del apetito.
Según los CDC, la experiencia de los niños con la comida puede afectar las formas en que comen a medida que crecen. Por eso es importante presentarles frutas, verduras y otros alimentos a temprana edad. Menos de 1 de cada 10 niños y adultos comen la cantidad diaria recomendada de verduras, y solo 4 de 10 niños comen suficiente fruta, según informes de los CDC. Un plan de alimentación saludable puede ayudar a controlar el peso y debe incluir lo siguiente:
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Los adolescentes necesitan cierta cantidad de grasas al día para generar hormonas, absorber nutrientes y tener energía.
El Director General de Salud Pública de los EE. UU. emitió una advertencia para resaltar la necesidad de apoyar la salud mental de los niños y adolescentes que usan redes sociales.
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